viernes, 21 de diciembre de 2007

Indocumentados, odio y violencia
Enriqueta Cabrera
El Universal

Viernes 21 de diciembre de 2007



El asesinato de cuatro mexicanos indo-cumentados en Sharonville, Ohio, no es un hecho aislado. Golpeados y apuñalados fueron víctimas de un crimen de odio, de esos cada vez mas frecuentes en un ambiente político envenenado por el racismo, el miedo y la intolerancia alentados por políticas federales y locales estadounidenses.

La violencia es el signo bajo el que crecientemente viven los indocumentados en Estados Unidos: muertes en la frontera y asesinatos al interior del país, agresiones en la línea divisoria y uso de gas pimienta por parte de la Patrulla Fronteriza, deportaciones, leyes locales que los persiguen y acusan, detenciones arbitrarias, redadas y separación de familias, detenciones en los hogares, locutores y políticos que envenenan a la opinión pública contra los indocumentados a los que presentan como delincuentes, temores crecientes que se alientan contra los latinos, recelos laborales, persecuciones policiacas basadas en el color de la piel, discriminación racial. ¿Los responsables de este clima contra los migrantes latinos? Autoridades federales de EU y sus operativos contra indocumentados, políticos aldeanos que creen que el rechazo a los indocumentados les dará votos, funcionarios locales que impulsan leyes y abren la cacería de migrantes… No reconocen la realidad, la necesidad del trabajo de indocumentados, lo mucho que contribuyen a la economía y el bienestar estadounidense.

El pasado 18 de diciembre —día del migrante instaurado por la ONU— se supo del indgnante asesinato a golpes y puñaladas de cuatro indocumentados mexicanos en un pueblo Ohio, estado en el que proliferan los grupos de odio neo-nazis, nativistas, racistas... Los cuatro mexicanos de San Luis Potosí habían llegado en busca de trabajo apenas ocho meses antes, lo habían conseguido, enviaban remesas a México. Por lo que se informa, es posible concluir que no fue un crimen para robar, no, los asesinos dejaron claro que el móvil era otro; se trató de un crimen de odio que muestra hasta dónde han llegado las cosas.

¿Y qué se va a hacer cuando no sea posible dar marcha atrás? ¿Qué va a hacer México y también qué va a hacer Estados Unidos? La fuerza de la opinión estadounidense presiona crecientemente en contra de las soluciones y a favor de la violencia contra los latinos. Cuidado, porque seguiremos siendo vecinos y el factor migratorio se ha convertido en estructural para ambas economías. Pero las cosas están avanzando hacia un callejón sin salida. Sólo unas cuantas cifras pueden mostrar la gravedad del problema que se está creando: hay 12 millones de indocumentados allá, 6.7 millones de mexicanos y casi 9 millones de latinos (incluyendo a los mexicanos). La economía estadounidense ha absorbido a lo largo de los últimos años toda esa mano de obra, la necesita, la requiere; la asimetría de desarrollo y de oportunidades junto con la oferta de empleo es un enorme imán de atracción. Y frente a esa realidad hay quienes quieren sellar la frontera, acabar con la migración ¿a qué costo?

En Los Angeles, al conmemorarse el día del migrante, hubo reclamos a los gobiernos de Estados Unidos y de México. Al primero por su política y sus acciones antimigrantes que desatan una creciente ola de violencia contra los latinos —que por cierto son la primera minoría en Estados Unidos—. Al gobierno de México le reclamaron su omisión, su débil defensa de los derechos humanos y de la vida de los mexicanos allá.

La conmemoración del día del migrante en Los Angeles había iniciado con el recordatorio de los muertos en la frontera, que nuevamente rebasarán para 2007 los 450 —en realidad son mas, se ignora la cifra negra de muertos al cruzar— si se suman los no identificados como mexicanos o no encontrados nunca. ¿Otra vez nos vamos a limitar a contar los muertos mientras el gobierno de México continúa aceptando el unilateralismo de la política migratoria estadounidense? Pareciera que vamos a continuar impotentes viendo cómo se alimenta un ambiente antimigrante y consecuentemente los grupos de odio, un ambiente que lleva incluso a asesinatos como los de Ohio.

El unilateralismo de la política migratoria de Estados Unidos es inaceptable, como lo son las muertes derivadas precisamente de las políticas de control migratorio, las múltiples violaciones a los derechos humanos, las deportaciones, las redadas, el asedio permanente y racista contra los mexicanos indocumentados. No son delincuentes, son trabajadores. Es inaceptable una política migratoria que trata a los indocumentados en Estados Unidos como delincuentes a través de las acciones de gobierno, que presentan a los indocumentados como criminales a través de la televisión. Son inaceptables los crímenes de odio. La migración es un asunto binacional y debe ser tratado como tal, es un asunto que atañe la brutal asimetría entre los dos países, es un asunto que atañe a millones de mexicanos aquí y allá.

Es tiempo de asumir que la migración está en el centro, en el corazón de la relación bilateral, de actuar con firmeza. No hay un tema más importante para México.

Periodista y antropóloga social

A esto se remite el dizque "apoyo" a los immigrantes en USA; a opiniones que nadie lee, y eso es todo, pero nada de un apoyo fuerte y decidido a la gallina de los huevos de oro. Por que eso son los immigrantes ya que sin sus aportaciones y envíos económicos Mexico no seria ni la quinta parte de lo que es hoy. Pero acaso le importa al reyezuelo esto? claro que no a este fascista solo le interesa su dizque "legitimidad"; Como si eso se ganara con encuestas.


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